La banda sevillana fundada para homenajear a uno de los míticos grupos de pop español más queridos durante los años 80 y 90, Mecano, no se esperaba el llenazo absoluto que consiguió ayer en el recinto deportivo Campo de Futbol Venezia de las fiestas de San Bernat de Alzira.
El inicio del espectáculo estaba previsto para las 22:30h de una calurosa típica noche de mediados de julio, y pasadas las diez, las largas colas tanto para sacar las últimas entradas disponibles como para acceder al recinto, hacían presagiar que sería una noche irrepetible. Más de 3000 personas abarrotaron todo el espacio disponible frente al escenario e hicieron colgar el cartel «Entradas Agotadas«, convirtiendo una vez más en un verdadero acierto (por parte del Ayuntamiento de Alzira) el apostar en San Bernat por canciones y grupos que perduran en el recuerdo de muchos.
Un concierto de dos horas con un setlist de ensueño
Durante las prácticamente dos horas que duró el concierto, el público asistente pudo vibrar, tararear, revivir y emocionarse con emblemáticas canciones del grupo Mecano que en su día fueron un auténtico lujo y que aún hoy, perduran en las mentes de esos ochenteros y noventeros que tuvieron el privilegio de conmoverse con cada uno de sus álbums publicados. Empezó el concierto con el segundo sencillo del álbum Ai dalai, menos popular que otros pero también número uno en la lista de los 40, El peón del rey de negras, emotivo tema que bajo el simbolismo del ajedrez nos hablaba de la reglas sociales existentes en los 90. Le siguió Mujer contra mujer, claro grito que ya en su época, Mecano lanzaba en favor de la libertad de elección de pareja. El Fallo positivo enseñó a los presentes los valores necesarios que debían regir a nuestra sociedad para con los enfermos del SIDA. Con No es serio este cementerio, la cantante Robin Torres empezó a solicitar la colaboración del público que seguía con entusiasmo la actuación, y que a raíz de la canción empezó a involucrarse en los coros. El blues del esclavo de Descanso Dominical, ahondó en la participación del público, el cual demostró a la hispalense que se sabía, y de qué manera, la letra de la canción. El sexto tema de la noche, Hijo de la Luna, embriagó a los espectadores de respeto y admiración, pues se entregaron ya por completo en los coros de la artista. Un año más, La fuerza del destino y No hay marcha en Nueva York completaban las esperadas canciones de Descanso Dominical. Les siguieron, esta vez de regreso hacia Ai Dalai, El 7 de septiembre, Dalai Lama, Ana y Miguel, Una rosa es una rosa vestida la andaluza, para la ocasión, con un espectacular traje rojo de flamenca. Con Cruz de Navajas la banda realizó un brevísimo alto en el camino para preparar el escenario del siguiente tema.
El éxitoso Eungenio Salvador Dali inundó la atmósfera del Venecia de orgullo y fascinación por la deslumbrante actuación de la sevillana, quien subida a un triángulo colocado en el escenario, interpretó con maestría la difícil letra que Mecano compuso para el respetado artista cadaquense. Y tras la calma, de nuevo la eclosión. Los primeros acordes de Los Amantes volvieron a enloquecer al público, que con el archiconocido Me colé en una fiesta explotaron de júbilo y entrega hacia la banda. La cantante entonces, aprovechó el tema para presentar a sus componentes (los hermanos Antonio y Emilio Villalba en los teclados, guitarras y coros; Jesús Chávez también en guitarra, teclados y coros; Santi López en la batería y Paco Alvárez al bajo), preparando así el camino de la despedida.
Tras unos tímidos primeros bises, los sevillanos reanudaron con un condesado pero intenso medley que aunaba Hoy no me puedo levantar, Perdido en mi habitación, Ay Qué Pesado, Maquillaje y La fiesta nacional, que daba paso a la que se suponía última canción de la noche en la cual el público levantó sus teléfonos móviles al son de Me cuesta tanto olvidarte.
Últimos bises y cierre
Y cuando el público daba ya por finiquitado el espectáculo, la cantante Robin Torres aconsejaba a los presentes cuál era la única forma de que la banda volviera a salir tras los bises. Y así se hizo, los espectadores empezaron a gritar «otra, otra» con la suficiente energía que todavía les quedaba, y el homenaje pudo ofrecer dos temas más: Aire y un espectacular cierre con Barco a Venus que el público cororeó hasta la extenuación.
Una vez pasada de largo la medianoche, la banda por fin se despidió aunque no sin antes agradecer la entrega y masiva asistencia de un público que llenó con creces toda la zona habilitada para el espectáculo.
La gira de un grupo que cotiza en alza continua, sus próximas paradas: Leganés, Villa del Prado y Cambrils. + Información en su web 👉 www.girahijadelaluna.com/
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